Hoy en día está ampliamente reconocido el poder de la “relación terapéutica” como catalizador del cambio y la mejora psíquica de los pacientes. La relación terapéutica es un encuentro entre dos personas, que participan de un mismo campo, en el que son afectadas.
El terapeuta aporta su experiencia vital y profesional, así como sus conocimientos técnicos para establecer un encuadre limitado y seguro, como lugar de partida para la autoexploración del paciente. Es en la relación terapéutica donde se ponen en marcha los juegos, se actúan las interrupciones, así como se posibilitan las experiencias emocionales reparadoras. Es, por tanto, un campo dinámico, donde el terapeuta afecta y es afectado.
Como terapeutas humanistas, poder volver sobre nuestra experiencia en el encuentro terapéutico, es una de las mayores herramientas de mejora y actualización de los procesos de terapia.
En Ronda ofrecemos un espacio para la Supervisión del trabajo de los psicoterapeutas. Los objetivos de este espacio son varios: