INTRODUCCIÓN
Durante la última década los desarrollos en terapia de trauma han estado marcados por una incorporación significativa de técnicas y/o prácticas corporales que se combinan con los modelos de psicoterapia verbal. Esta integración implica considerar los mejores recursos de ambas, más que optar una sobre otra, utilizando conocimientos y técnicas que permitan identificar, comprender y tratar los efectos del trauma tanto en la mente como en el cuerpo.
El trauma no solo afecta nuestros pensamientos, recuerdos y conductas, sino que se aloja también en nuestros cuerpos. Las manifestaciones físicas del trauma son numerosas y diversas. Las experiencias traumáticas se traducen en reacciones sensorio-motrices como imágenes, sonidos, olores, sensaciones corporales intrusivas, dolor físico, constricción, entumecimiento. La mayoría de las personas traumatizadas están fuera del contacto con sus sensaciones físicas y necesitan alguna forma de práctica corporal para recuperar la sensación de seguridad en sus cuerpos.
Un aspecto fundamental en la recuperación del trauma es la regulación de las emociones y los impulsos, así como el restablecimiento de la seguridad y un sentido de autoestima en la vida de la persona. Distintas metodologías psicoterapéuticas pueden lograr resultados positivos para facilitar la regulación emocional del paciente. Las prácticas del yoga se incorporan hoy a este repertorio de intervenciones. La concentración de la atención y el interés en el cuerpo para acceder al bienestar mental es un enfoque desarrollado hace miles de años dentro del ámbito de las tradiciones contemplativas. Durante cientos de años, el yoga se ha desarrollado como una práctica que favorece la relajación física y mental, la conciencia corporal y regulación emocional a través de restaurar los procesos neurológicos en el centro de procesamiento de conciencia emocional del cerebro. Por estas razones, el yoga ha demostrado ser una práctica complementaria para abordar los síntomas cognitivos, emocionales y fisiológicos asociados al trastorno de estrés postraumático y al trauma complejo fundamentalmente.
El abordaje ´Yoga Sensible al Trauma´(1) fue desarrollado en el Trauma Center J.R.I de Brookline, Massachusetts, dirigido por el Dr. Bessel Van Der Kolk e integra conocimientos de las Teorías del Trauma, la Teoría del Apego y la Neurociencia, a través de una metodología específica que tiene como objetivo generar un espacio donde los participantes tienen la oportunidad de experimentar de forma segura, prácticas de respiración, movimientos corporales y sensitivos basados en la tradición de hatha yoga y que propician la función interoceptiva.